Torreón, Coah; 16 de junio de 2022.- Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades graves de salud metal, que se caracterizan por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por la imagen corporal. Afectan la capacidad del cuerpo por las dietas desequilibradas que suelen llevar a un deterioro del organismo y a la deficiencia de nutrientes esenciales para su buen funcionamiento.
Se estima que en todo el mundo los trastornos alimenticios afectan a siete de cada 1,000 mujeres y uno de cada 1,000 hombres.
Los TCA más comunes actualmente son:
Atracones de comida: Éstas personas suelen comer sin control, incluso después de estar satisfechas, posteriormente experimentan sentimientos de culpa y angustia.
Bulimia nerviosa: Quienes padecen ésta enfermedad también suelen tener periodos de atracones, pero luego se purgan provocándose vómitos o tomando laxantes, algunas otras veces abusan del ejercicio tratando de asegurar grandes pérdidas energéticas.
Anorexia nerviosa: Suelen evitar alimentos a toda costa, comen en cantidades pequeñas y pueden verse a sí mismas con sobrepeso aun cuando se encuentran en delgadez extrema (disforia corporal). Es peligrosa por su alta pérdida de energía y nutrientes, se encuentra en la tasa de mortalidad más alta que cualquier otro trastorno mental.
Vigorexia: Existe una alteración en la imagen corporal. La persona busca de manera obsesiva aumentar su masa muscular a través de rutinas de ejercicio, consumo excesivo de proteínas e incluso optan por utilizar ciertas sustancias perjudiciales para la salud.
La etiología de los TCA es multifactorial. Puede deberse a factores genéticos, biológicos, psicológicos o sociales y suelen aparecer con mayor frecuencia en la adolescencia o en la edad adulta, provocando alteraciones mentales y físicas realmente graves. Por lo tanto, es importante la intervención temprana para evitar complicaciones de alto riesgo y llevar un monitoreo constante tratando las necesidades que vayan presentándose durante el transcurso de la enfermedad.
TRATAMIENTO:
- Psicoterapia individual o familiar.
- Asesoría nutricional.
- Atención médica.
- Medicamentos (en ocasiones, se suelen prescribir antidepresivos para estabilizar el estado de ánimo y disminuir los síntomas ansiedad o depresión).
La finalidad del tratamiento nutricional es poder tratar las complicaciones físicas que pueden presentarse por la enfermedad y en un lapso de tiempo determinado conseguir un peso saludable. Es importante proporcionar educación nutricional a los pacientes para que conozcan la importancia de una buena alimentación y orientarlos en su búsqueda de un comportamiento alimentario saludable.
-Alexandra Hdz. Tovar.
Nutrióloga y Entrenadora.