JOSÉ VEGA BAUTISTA.
En la mañanera del pasado 9 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo público un informe confidencial, que, según se dijo, llegó de manera anónima a Palacio Nacional.
A solicitud del presidente, el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, leyó el documento que llegó a Palacio Nacional, una versión ejecutiva de una estrategia que se realiza en contra de la actual administración. Proyecto BOA, lo llamó, donde se pretende formalizar un grupo opositor que logre quitarle curules a Morena en las elecciones de 2021 y desterrar al mandatario del poder en el 2022 con la revocación de mandato.
El documento parte de la premisa de que a un año de las elecciones federales y locales el Presidente mantiene aceptación arriba del 50%, y Morena, aunque ha perdido terreno, se proyecta como la primera fuerza en San Lázaro y al menos en 10 de las 15 gubernaturas a renovarse en el 2021.
Sin embargo, plantea, “es posible desplazar a Morena en las elecciones federales y locales si se aplica una estrategia en dos frentes.” Por un lado, “potenciar las debilidades y limitaciones de Morena como partido en el gobierno, malas administraciones locales, pugnas internas, alejado del Presidente”. Por otro lado, “conformar un bloque opositor amplio donde participen: PAN, PRI, PRD, MC, México Libre, gobernadores, alcaldes de las principales ciudades, grupos empresariales locales, medios de comunicación y comunicadores afines, redes sociales y miembros de la sociedad civil”.
El documento nació huérfano, pues una vez dado a conocer nadie reconoció la paternidad del mismo, ni el dueño de la computadora donde dicen se tecleó. Sin embargo, al parecer, los estrategas de la oficina de la presidencia prefirieron ser reactivos ante tal amenaza, e intentar debilitar, aún más, a sus opositores políticos.
Para ello, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró, en una de sus conferencias mañaneras, un video de dos ex funcionarios del Senado mexicano recibiendo sobornos en medio del escándalo de corrupción del ex jefe de la petrolera estatal Pemex, Emilio Lozoya.
En el video, publicado originalmente en YouTube el 16 de agosto pasado, se observa a dos ex funcionarios del Senado vinculados al opositor Partido Acción Nacional, recibiendo fajos de billetes para después introducirlos en maletas negras.
El material se viralizó en internet después de que López Obrador solicitara que se difundieran detalles de las acusaciones que hizo Lozoya contra el expresidente Enrique Peña Nieto y el ex secretario de Hacienda y ex canciller Luis Videgaray, sobre sobornos entregados a legisladores para la aprobación de la reforma energética, que abrió el sector a capitales privados tras 75 años de monopolio estatal.
En la misma lógica, en otra conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador llamó a todos los ciudadanos a que lean la denuncia que presentó el es director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, misma que ya había sido filtrada en medio del proceso que se le imputa.
Lo anterior, dijo, para que se conozca la forma en que se perpetraron desfalcos en administraciones anteriores, ya que “el pueblo se cansa de tanta pinche transa”. Bajo el argumento de que “sería bueno que se conociera, que todos los que tengan acceso a redes sociales puedan leerla, porque todos debemos de estar informados sobre este tema, que no haya ocultamiento de la información, que no se manipule, que no haya silencio, que se sepa todo, que se conozca la verdad”.
Por supuesto que tal exhibición deja muy mal parados a sus opositores políticos y le brinda aire fresco a su estrategia rumbo a las elecciones federales del próximo año.
El único problema es que sus opositores no se limitaron a mirar el actuar del presidente, sino que también reaccionaron. En un video de Latinus, el periodista Carlos Loret muestra grabaciones, que asegura tomó David León, el ex coordinador nacional de Protección Civil y recientemente nombrado por el presidente López Obrador como titular de la nueva empresa distribuidora de medicamentos, en donde se observa que el hermano del presidente, Pío López Obrador, recibe paquetes de dinero, uno en un restaurante y otro en su casa, de propia mano de David León.
Carlos Loret aseguró en su reportaje que las entregas realizadas por León al hermano del presidente, eran dinero en efectivo, para reforzar la operación de Morena en Chiapas, y con mira a la elección de 2018.
Sobre el tema, David León dijo el jueves que estos datan de 2015, cuando fungía como operador político del gobierno de Chiapas, encabezado en ese momento por Manuel Velasco. También anunció que postergaría la toma de protesta en el nuevo cargo en la distribuidora, con el fin de no afectar al Gobierno.
López Obrador explicó que él ya sabía de estos videos desde hace unos cinco o seis días, pues León lo buscó para decirle que había recibido una llamada en la que le decían que darían a conocer los videos, por lo que le pidió que enfrentara la situación y le sugirió que no tomara protesta todavía, hasta que se aclarara el caso.
Lo lamentable para el pueblo de México es que toda esa disputa política se da en medio de una pandemia en la que nuestro país se encuentra entre las diez naciones con más contagios, que en estos días ha incrementado sus cifras por culpa de esta enfermedad; sumando más de 556,216 casos positivos y más de 60,254 defunciones.
En un país donde 21 millones 600 mil personas no tienen trabajo, de las cuales, 13 millones 800 mil se sumaron después del primer trimestre de 2020. Y en el que el desempleo ha afectado principalmente a mujeres y jóvenes.
Un país en la que la prioridad, por encima de la crisis sanitaria y económica, es la de ganar las elecciones del 2021. La racionalidad electoral como máxima suprema.
José Vega Bautista
@Pepevegasicilia