Julián Parra Ibarra
Mensajes y señales
Escribió mi amigo Paco de la Peña, director de El Heraldo de Saltillo, en su columna de este lunes, que la inauguración de las casas de gestoría del diputado federal Jericó Abramo Masso, y de la Senadora Hilda Flores Escalera –en Saltillo y en Acuña, respectivamente- están llenas de señales y mensajes.
En el primero de los casos, destaca la presencia de Jesús Berino Granados –“segundo de a bordo de Verónica Martínez en el PRI estatal, y segundo de a bordo de Tereso Medina en la CTM”, mencionó Paco de la Peña-; mientras que en el segundo “el hecho de que Verónica Martínez la haya acompañado hasta Ciudad Acuña para la apertura de su casa de gestoría, es también una señal de que trae el visto bueno de los que mandan en su partido, como también lo es el que el Secretario de la Juventud, Carlos García Vega, haya acudido con la representación del gobernador”.
La conclusión del destacado periodista saltillense es clara: Que el mensaje es claro. Que ambos traen el visto bueno de arriba para moverse, y por eso se está moviendo. Sin lugar a dudas, muy interesante el análisis, y sobre todo sus conclusiones, que habrá que saber leer entre líneas.
Juego político
Sin embargo, con las reservas del caso, hay que considerar que este suele ser un juego político al que recurren ‘los que mandan en su partido’, para tratar de abrir un poco más el abanico y que el asunto se vea más democrático, con participación de más jugadores, y que se elimine la figura de la imposición.
Así sucedió cuando el caballo blanco del entonces gobernador, Humberto Moreira, para la alcaldía de Torreón era –y lo fue- Lalito Olmos, pero para hacer aparecer que no era imposición sino un juego abierto, le dieron luz verde a Toño Juan Marcos Villarreal para que se empezara a mover, y lo hizo.
A través de la realización de foros con grupos focales, integró el documento ‘Plan Torreón’ y logró un gran posicionamiento, pero la decisión ya estaba tomada, su inclusión fue sólo parte de ese juego de democracia, y finalmente Olmos fue el candidato, y el alcalde de Torreón, aunque eso y nada haya resultado lo mismo para Torreón.
Aunque en aquella ocasión se dijo que habían mandado a Toño Juan Marcos, porque Lalito andaba muy sobradito al saberse el único candidato, y había que meterle algo de presión para que no se confiara demasiado. En fin, que este juego ya lo hemos visto en otras ocasiones, y solamente habrá que estar pendientes en el desenlace.
Para quedarse
El que escribió respecto de las candidaturas independientes, fue el ex Senador, Gobernador, y presidente del Congreso Local en la anterior legislatura, Eliseo Mendoza Berrueto, y de las que, dijo, llegaron para quedarse…y para generalizarse.
Y mencionó, aunque no se define de cuál lado está, que este fenómeno, “Unos lo atribuyen al descrédito en que han caído algunos partidos políticos por su cerrazón y escasa democracia interna; otros al resultado del proceso de ‘ciudadanización’ iniciado desde que el Gobierno se allanó de los organismos electorales”.
Y Sigue: “Los del primer grupo son aquellos que reprueban lo oneroso que resultan los partidos, la opacidad con que suelen administrar sus finanzas y, en algunos casos, el nepotismo. Por otra parte, el autoritarismo con que suelen tomarse las decisiones en los partidos ha provocado que otrora fieles miembros abandonen sus filas para lanzarse a una aventura personal. Es una opción –extrema podríamos decir– que ahora puede tomar el ciudadano cuando es rechazado por su partido”.
“(…) Ante todo este proceso de descomposición de la política, surge ahora la alternativa de los candidatos independientes, los que aspiran a algún cargo sin el aval de un partido político. Ante este fenómeno, la reacción de los partidos es diversa: mientras unos pretenden facilitar esta “ciudadanización” electoral, otros se empeñan en obstruirla”.
Interesante, sobre todo viniendo de quien viene. Y también para desmenuzar y leer entre líneas.
Zopiloteando
Para quien viene resultando cada vez más complicado mantenerse en su posición de Senador de la República, es para Braulio Fernández Aguirre, cuyo deterioro en su salud le hace ausentarse cada vez con mayor frecuencia a su labor legislativa, y por ello aparece como uno de los senadores más improductivos de la actual legislatura ¿No sería mejor retirarse dignamente? Aunque con ello –por fin- le dé resultado a la labor de zopiloteo que desde hace tres años mantiene Tereso Medina en espera de quedar con el puesto, aunque lo que más le importa es el sueldo.
@JulianParraIba
