Julián Parra Ibarra
Que sea una realidad
Después de casi seis años de estar cerrado a la circulación vehicular –y peatonal-, sobre el vado que conecta la calle Falcón de Torreón, con la Calzada Lázaro Cárdenas del Parque Industrial de Gómez Palacio, este jueves fueron puestos en marcha los trabajos de construcción de un puente elevado.
Las obras iniciaron en el lado gomezpalatino, con una aportación inicial de 38 millones de pesos del Fondo Metropolitano correspondientes al lado de Durango, y de acuerdo a los planes de la administración que encabeza José Miguel Campillo Carrete, la obra deberá estar concluida para ser puesta en funcionamiento, durante los primeros meses del año entrante.
Ojalá que esto sea una realidad, porque invariablemente los tiempos proyectados nunca empatan con los tiempos ejecutados. Pero uno espera que esta sea ya una realidad, porque es una obra que desde siempre debió haber sido marcada como prioritaria.
Congruente
La puesta en marcha de esta obra, no es otra cosa que ser congruentes, porque por un lado se habla de las grandes carreteras, los modernos libramientos –como el que inauguró aquí en La Laguna la semana pasada el presidente Peña Nieto-, del despegue de la conectividad y no sé qué tantas linduras, pero por el otro, de manera inducida se mantenía estrangulada la comunicación entre las dos principales ciudades de una de las zonas metropolitanas más importantes de este país.
Campillo lo dijo muy claro, se trata de una obra muy necesaria para la reactivación económica, industrial y el mejoramiento vial de las ciudades de la Zona Metropolitana de La Laguna, que permitirá tener una mayor conectividad, y ser detonante para el desarrollo.
Ojalá pues que este puente venga a significar una reactivación del sector fabril lagunero, y que a su vez resulte un atractivo especial para atraer el hospedaje de nuevas empresas para nuestra región.
El Infierno
Por cierto que durante la ceremonia realizada del lado de Gómez Palacio, el gran ausente fue el gobernador duranguense, Jorge Herrera Caldera, quien canceló su participación –según la versión oficial- debido a que como presidente de la Conago, fue llamado por el presidente Enrique Peña Nieto para atender asuntos que atañen a las entidades federativas.
Sin embargo, la versión no oficial dice que Herrera Caldera está viviendo su propio ‘Infierno’, luego que le brindara además de todas las facilidades, el apoyo económico a Luis Estrada, para que éste grabara en Durango una parte de la cinta ‘La Dictadura Perfecta’, en la que se satiriza al actual presidente mexicano y la forma como la televisión mexicana lo llevó a Los Pinos.
Esa más bien, dicen las lenguas de doble filo, fue la razón del llamado de Peña Nieto a Herrera Caldera, ya que dadas las condiciones en que actualmente se encuentra el país, el estreno de la película le ha ‘metido ruido’ al mandatario, que anda que no lo calienta ni el sol porque un gobernador de su partido les prestó hasta las instalaciones del Congreso para el rodaje de la cinta.
Acuso de recibido
Acuso de recibido el mensaje que me hicieron llegar respecto al comentario que hice en mi anterior columna en la que mencioné a Ulises Adame de León como el todavía representante del Gobierno de Durango en el DF, puesto que me dicen que ostentó hasta diciembre del año pasado, y en efecto, así es.
Es tan brillante el trabajo del conocido como ‘El diputado Monsanto’ que tomó posesión en febrero y dejó el puesto en diciembre –todo durante el año pasado-, y nadie se dio cuenta ni cuando estuvo, ni cuando ya no está.
Como quiera que sea, la impugnación a su candidatura a la rectoría de la Narro tiene sustento por violar los requisitos que deben cumplir los aspirantes, entre los que se menciona no haber ocupado un puesto de gobierno, y por el otro cumplir con la obligación de ser maestro de tiempo completo de manera ininterrumpida durante los tres años anteriores en la propia Narro.
Y, sus opositores se cuestionan cómo le hizo Adame de León para cumplir con el tiempo de maestro de tiempo completo, y de manera simultánea cumplir con su labor de representante del gobierno de Durango en el DF, puesto por el que percibía la nada despreciable cantidad de 102 mil pesos mensuales ¿Qué tal?
Y, en resumen, la Narro tanto en la elección para la rectoría, como para la de Dirección Regional en La Laguna, es todo un polvorín. Aguas. Segunda llamada, segunda.
