Julián Parra Ibarra
Una buena y otra mala
En estos días, el gobernador de Durango, Jorge Herrera Caldera, ha probado la miel, pero también la hiel, es decir, los agridulces sabores de la política que de todo ofrecen a quienes están dentro de ella.
Ayer por ejemplo, acudió junto con el alcalde gomezpalatino José Miguel Campillo Carrete, a poner en marcha la primera etapa de la planta Regiomármol, que el Grupo Reverté ha instalado en Dinamita, Durango, y al mismo tiempo, se puso en marcha la segunda etapa.
En la suma de ambas, la empresa española generará 275 empleos directos y poco más de 200 indirectos, con una inversión total de 60 millones de dólares, lo que sin duda es una buena noticia sobre todo para las comunidades de aquel sector, tan necesitados de empleos, y bien pagados.
El otro lado de la moneda
El otro lado de la moneda sin duda lo ha venido siendo la desconocida que le dio el presidente Peña Nieto el viernes pasado, durante la gira por La Laguna, donde inauguró el ‘Arco Vial Norte’, que no es otra cosa que el segundo periférico, pero de cuota.
Durante la ceremonia, y esto ha sido muy comentado recio y quedito, por propios y extraños, el ‘feo’ que le hizo el Presidente al gobernador durangueño, y el cual la mayoría se lo atribuyen al apoyo que Herrera Caldera ofreció para la grabación de la cinta ‘La Dictadura Perfecta’, que la semana pasada fue puesta en cartelera.
La cinta en cuestión, ha provocado una gran comezón, tanto en Televisa como en Los Pinos, y particularmente a Peña Nieto le ha provocado una gran molestia y enojo, y para reafirmar lo que la película proyecta, ha dado
manotazos para castigar a los que apoyaron su filmación, entre ellos Jorge Herrera Caldera.
Y ora ‘ponde’
Ahora el mandatario duranguense ya no haya qué hacer, como diría el rancherito ‘y ora ponde’, porque la molestia presidencial es muy en serio, y la situación puede trastocar todos los planes políticos que Herrera Caldera tenía en mente tanto para la elección federal del año entrante, así como para la del 2016 en la que en la entidad se renueva todo: gubernatura, diputaciones locales y alcaldías.
El Gobernador ya tenía más o menos delineados los caminos que habría que seguir, para seguir moviendo y colocando sus piezas en las siguientes dos elecciones. Sin embargo, ya de por sí el regreso del PRI a Los Pinos y con ello el regreso del presidencialismo ponía en duda que las candidaturas se decidieran en casa, con esto, la cosa se pone peor.
Pies de plomo
A partir de ahora, Jorge Herrera deberá irse con pies de plomo para no hundirse más. Habría que recordar que al arranque de la administración federal, éste fue uno de los gobernadores más cuestionados en el tema de la seguridad, y de los más señalados como poco confiables en sus aparatos de seguridad e impartición de justicia.
Con el paso de los meses parecía que ya había logrado entrar en el ánimo del Presidente, y por momentos hasta parecía cercano a él, pero todo esto vino a dar al traste con la reconstrucción de la relación entre ambos.
Por cierto
Y ya que de seguridad hablamos, vaya escándalo que armaron las corporaciones policiacas del estado y elementos del Ejército, la noche del lunes cuando ‘se les perdieron’ unos robacoches a los que la policía de Torreón venía siguiendo desde la Carretera a Matamoros y Periférico, y quienes se siguieron por ésta última rúa para entrar a Gómez Palacio.
De repente, los robacoches ‘se les perdieron’, y con el operativo que no arrojó ningún resultado, lo único que consiguieron fue sembrar el pánico entre las colonias colindantes entre Gómez Palacio y Lerdo. Patrullas de la DEI, de la Policía Estatal, de la Municipal y del Ejército anduvieron dando vueltas ‘como locos’ a altas velocidades.
Al final, lo único que consiguieron, fue asustar a los ciudadanos y generar pánico porque nadie sabía qué estaba pasando. Todo mundo optó por encerrarse en sus casas, ante el temor de que en cualquier momento se pudiera desatar una balacera.
