Julián Parra Ibarra
Torito, torito
El programa del alcoholímetro establecido en el Distrito Federal por el gobierno capitalino, ha probado su eficacia. Se antoja que lo adopten bajo el mismo esquema en todas las entidades del país, y particularmente en las principales urbes de los Estados.
El amparo que promovió el llamado ‘Niño Verde’, para librarse de las 20 horas que le faltan de trabajo comunitario parece ser que no tendrá los efectos deseados por el senador verde ecologista. Según las autoridades defeñas, 100% por cierto de los amparos promovidos, han sido perdidos. Así que de esta no lo salva ni Dios padre.
Al tiempo que barra plazas o lave los baños de edificios públicos, al ‘Niño verde’ no le quedará otra que lanzar el grito de ‘Torito, torito’.
Becerritos
A lo mejor no del nivel del senador de Partido Verde, pero aquí en Torreón también tuvimos clases de prepotencia, pero igual les salió sello: resulta que un hermano del precandidato panista Chuy de León, y un grupo de amigos entre los que iba un nieto del sempiterno líder de la CTM, don Leobardo Flores Ávila, se quisieron pasar de vivos en un antro en el que provocaron daños porque ya no les quisieron dar ‘servicio’ para continuar la juerga.
Al igual que el ‘Niño verde’ (verde Botella dijo comentó en su noticiero Pedro Ferriz), el ‘hermano azul’ intentó despistar su identidad dando un nombre falso, pero utilizó uno de un hombre muy público que está bien encumbrado en el actual gobierno federal. Total no le salió la mentira, y lo que sí salió, fue la foto en el que aparece como el caballo blanco: con el hocico sangrante.
Estos no serían del nivel del ‘Torito, torito’, pero sí son aspirantes porque son como becerros mamones.
Caso hipotético
¿Se imagina usted un escenario en el que en la contienda constitucional para la alcaldía de Torreón se enfrentaran los personajes: Miguel Riquelme por el PRI, Jorge Zermeño por el PAN y Raúl Sifuentes por el Movimiento Ciudadano y amigos que lo acompañan?
Y que por alguna circunstancia Sifuentes quedara un poco rezagado, mientras la lucha por el PRI y el PAN se mantuviera cerrada en la recta final, y que de pronto en aras cobrarle las afrentas al PRI y a algunos priistas, Raúl declinara en favor de Zermeño, y con ello arrastrara sus potenciales votos en favor del aspirante panista.
No se asuste, es un escenario y un caso hipotético ¿pero a poco no provocaría urticaria a más de uno el sólo hecho de imaginar ese escenario?
Cero y van dos
Por cierto y ya que hablamos de candidatos, ayer fue el Partido Social Demócrata con registro estatal, el que se sumó a la candidatura de Raúl Sifuentes, quien sostiene que la elección del 7 de julio será ‘plebiscitaria’ porque la ciudadanía saldrá a las urnas a decidir si quiere más de lo mismo o un cambio que le ofrece la ‘tercera vía’ que él encabeza.
Según Sifuentes, en una elección tripartita con 90 mil votos le alcanzaría para ganar, aunque acaricia la posibilidad de que fueran 100 mil. El PRI –asegura- como en la pasada elección federal en la que aspiraba a 900 mil votos y consiguió 50 por ciento, en la de julio próximo conseguirá también sólo la mitad de los 155 mil votos que dicen obtendrán en las urnas.
Arde
Dicen que mal empieza la semana para el que ahorcan el lunes, y ayer literalmente La Laguna ardió. Cuatro de los negocios de la familia Rebollo fueron incendiados –tres en Gómez Palacio y uno más en Torreón-
Mientras Jorge Herrera Caldera no logre entender que esto de la gubernatura no es un juguetito que le heredó papá ‘él’, las expresiones de la violencia seguirán creciendo, de aquél lado, pero también por supuesto afectando a este lado del Nazas. De diferentes maneras, ya lo hemos advertido muchas veces.
