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LA PUNTA DE LA MADEJA

Julián Parra Ibarra

Habemus Gobernador

Finalmente y luego de una kilométrica sesión, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)ratificaron el triunfo de Miguel Ángel Riquelme Solís como gobernador del Estado de Coahuila, con lo que le pusieron fin a un proceso que mantuvo en el filo de la butaca a los coahuilenses durante casi seis meses.

Se advertía por la forma en cómo se llevó el proceso, que este sería el final, aunque fue tan angustiosamente largo el tiempo que se llevó para que se diera a conocer el fallo final, que no dejaba de flotar en el ambiente el fantasma de una eventual anulación de la elección.

Por fin

El proceso de judicialización, lo prolongado del mismo y el terrible manoseo de que fue objeto –que se podría decir que se llegó al límite de la prostitución-, sobre todo en las instancias del Instituto Nacional Electoral (INE), empañaron la posibilidad de festejar la conquista de un sueño largamente acariciado por la gente de la Comarca: contar con un gobernador lagunero.

Jamás en la historia de la entidad, tantos laguneros habían participado en una misma elección para Gobernador, en total cuatro: el priista Miguel Ángel Riquelme Solís, el panista Guillermo Anaya Llamas, el panista y converso al petismo José Ángel Pérez Hernández, y el ex priista Javier Guerrero que la buscó por la vía Independiente.

Finalmente se alcanzó el sueño, pero además quedó muy poco tiempo para el festejo porque de inmediato ya está encima los preparativos para la toma de posesión que es este viernes en Saltillo, todo parece indicar que en el Parque Las Maravillas, después de asistir al Congreso del Estado, y posteriormente a la sede del CDE del PRI.

Mano tendida

Este lunes en sendas ruedas de prensa en Torreón y en Saltillo, el Gobernador electo apareció para dejar el único mensaje que las circunstancias y la coyuntura le exigirían: tender la mano para lograr la unidad y la reconciliación política con todos los sectores del Estado.

“No tengo interés en enconar los ánimos, en cambiar la armonía por división, el próximo gobierno tendrá apertura en todos los sentidos, en beneficio de todos los coahuilenses. Quiero un gobierno con carácter, que no sobre pase los derechos de los ciudadanos, respetando las prioridades que marqué en campaña. Quiero que así suceda desde el primer día de mi gobierno. Pondré todo mi empeño para que a Coahuila le vaya bien y se equilibren todas las regiones”, dijo ante los medios laguneros.

Miguel sabe que tendrá que colocar muchas cosas en su respectivo lugar, pero de entrada, sabe también que estos son tiempos de sumar, de curar raspones, de sanar heridas. La unidad después del encono que se generó durante casi un semestre, es tema prioritario para lograr la gobernabilidad y con ello evitar que se trastoque en lo mínimo la estabilidad del Estado, en todos los sentidos.

Despistado

Después del ‘destape’ de José Antonio Meade Kuribreña que corrió a cargo de Luis Videgaray, y que provocó la reacción del Presidente con su: “Creo que andan bien despistados todos, porque creo que el PRI no habrá de elegir su candidato, seguro estoy, a partir de elogios y de aplausos”, al final lo único que demostró es que si hubo un despistado, ese fue justamente Enrique Peña Nieto.

Aunque el tema de la renuncia de Meade Kuribreña a la secretaría de Hacienda para ir en pos de la candidatura presidencial por el PRI se viralizó desde la tarde del domingo, todo quedó confirmado ayer, cuando el propio inquilino de Los Pinos anunció que había aceptado la renuncia al titular de la SHCP.

En su mensaje, Peña Nieto se dirigió a Meade Kuribreña como un hombre de bien, con vocación de servicio y un gran amor por México. “Agradezco su dedicación, su entrega y su compromiso, y le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ha decidido emprender”.

En el camino se fueron quedando otros a quienes los analistas daban como de los más fuertes aspirantes a la candidatura priista, como Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Aurelio Nuño, y si me apura tantito, hasta el propio Manlio Fabio Beltrones, y una larga lista de los que sí querían y otros a los que incluyeron en la lista para hacer aparecer como gorda a la caballada.

Bien, la candidatura ya está, ahora habrá que ver allá afuera, en la competencia con los de enfrente, si el PRI y Meade logran remontar la desventaja con la que aparecen en las más recientes encuestas. Candidato ya hay. Que gane, esa es otra cosa. Ya veremos.