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LA PUNTA DE LA MADEJA

Julián Parra Ibarra

¿Es broma, verdad?

A alguien con muy buen humor se le ocurrió que como la actual administración estatal ya no estará para diciembre en funciones, podrían adelantar el ‘Día de los inocentes’, y el viernes pasado anunciaron -a 20 días de que se dé el cambio de Gobierno en Coahuila-, la creación de una nueva subsecretaría en el ya de por sí obeso organigrama burocrático, que será ocupada por el ex alcalde torreonense, Eduardo Olmos Castro.

El caso de ‘Lalito’ es patético luego de ver coronado un sueño largamente acariciado por su padre de ser Presidente Municipal de Torreón, se dedicó cuatro años al valemadrismo en su máxima expresión, méritos que le valieron para pasar a la historia como el peor alcalde en la historia del municipio, rebasando pero por mucho a su antecesor José Ángel Pérez Hernández, que ya es decir mucho.

Retrasar Torreón

Olmos compitió en una segunda intentona para ser Alcalde bajo el slogan de ‘Rescatemos Torreón’, esgrimido como estilete después de la pésima administración del panista José Ángel Pérez, pero al cabo y tras el triunfo, pareciera que el slogan de Lalo tuvo una variante y terminó siendo ‘Retrasemos Torreón’, porque su administración pareció ser la continuación de la que le antecedió, y el segundo municipio más importante del estado quedó sumido en ocho años de total abandono.

Finalmente el grave deterioro que sufrieron los servicios municipales básicos municipales como el pavimento, el alumbrado, el suministro de agua potable, palidecían ante la gravedad de los niveles de violencia alcanzados durante la administración ‘olmoscastrista’, que durante tres meses del 2012 Torreón mantuvo el liderato de la ciudad más violenta de México, por encima de Acapulco, Morelia y Ciudad Juárez.

Durante los cuatro años de su administración, Torreón registró los más altos índices de violencia. Dos mil 143 personas perdieron la vida de manera violenta, en una escalada creciente: 365 en 2010, 740 en 2011, 761 en 2012. En su periodo Torreón ejerció 7 mil 034 millones de pesos, de los cuales apenas 987 millones fueron destinados a obra pública, se gastó 268 millones en publicidad y pese a ello dejó una abultadísima deuda con varios medios de comunicación que nunca fueron saldados, y heredó una deuda de aproximadamente 800 millones de pesos.

Becario distinguido

Durante cuatro años, Eduardo Olmos se puede decir que estuvo ‘becado’ por el municipio de Torreón, porque jamás cumplió con el mínimo de sus responsabilidades, pero sí cobró todo el tiempo como si hubiera estado trabajando.

Como si fuera un becario distinguido, al término de su administración fue designado como representante del Gobierno de Coahuila en la Ciudad de México, donde igualmente durante cuatro años cobró si hacer nada.

Ahora, su beca se le ha extendido en la Subsecretaría de Coordinación y Enlace Gubernamental, dependencia que fue creada para que Olmos siga mamando de la ubre presupuestal.

¿Quién los regula?

En diciembre del año pasado, guardias de seguridad del bar ‘El grito’ de Gómez Palacio, golpearon a un cliente que estaba acompañado por la esposa, lo sacaron a golpes y lo abandonaron en los jardines de una agencia de autos ubicada a un lado del antro. Unos cuantos minutos después Iván Vergara Lugo murió como consecuencia de los golpes que le fueron propinados.

La madrugada de este domingo, otra vez guardias de seguridad de un bar, ahora del Panic Botanic en Torreón protagonizaron un episodio que vuelve a encender los focos rojos, en espera de que alguna autoridad ponga una solución a este tan grave como preocupante problema. Por las razones que hayan sido, dos mujeres se hicieron de palabras, pero una de ella, presuntamente ‘RP’ (relaciones públicas) del lugar, pidió al gerente que sacaran a la otra y para ello se valió, al parecer, de cinco guardias.

Uno de ellos identificado por la víctima como ‘El Ruso’, en un momento dado sujeta del cuello a Anet Mercado Ríos y la arroja en las afueras del antro. Más allá de los motivos que hayan originado el problema, el método empleado por el guardia –y avalado por el gerente del lugar, que presenció los hechos-, es de gran preocupación y alarma dada la cantidad de jóvenes que asisten semanalmente a los antros a divertirse y que de pronto se enfrentan a estos trogloditas.

Una pregunta ¿qué autoridad regula a estos personajes? ¿Qué capacitación reciben para el manejo de crisis o situaciones de riesgo? ¿Hay un censo por parte del municipio y una autorización para evitar que sean contratados personajes con antecedentes penales? ¿De verdad no hay quien los norme? ¿Nuestros jóvenes están en riesgo de caer en manos de estos potenciales asesinos?