Julián Parra Ibarra
¿De qué se trata?
En más de una ocasión, cuando se suponía que el camino por el que transitaría la elección para Gobernador de Coahuila estaba ya debidamente pavimentado, es nuevamente la autoridad electoral la que le vuelve a meter ruido al asunto, más allá de hacia donde vayan a inclinar la balanza al final del día, pero lo cierto es que a 30 días de que se realice el cambio de gobierno, lo único que no ha ofrecido el INE es certeza. Deje usted a los partidos y a los candidatos, sino a los ciudadanos, a los que mantiene en vilo desde hace ya casi cinco meses.
Resulta increíble que una institución que tantos millones nos cuesta a los mexicanos, vaya revisando documentos del mismo caso y tema a cuenta gotas, uno hoy y otro en un mes, o dos, o tres, o el tiempo que les pega su gana. Vamos de nuevo con este ‘descubrimiento’ que hizo la cada vez más cuestionada Comisión de Fiscalización en la famosa ‘queja 141’, en la que encontraron un nuevo rebase en los topes de gastos de campaña de Miguel Riquelme por un millón 823 mil 994 pesos que equivale a 9.4 de rebase, y que vuelve a colocar el asunto en terrenos pantanosos. Falta ver que dice el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien hace apenas unas semanas, ya le había enmendado la plana al Instituto Electoral.
En el INE como la burrita, van un pasito p’adelante y dos pasitos para atrás ¿Pues de qué se trata?
¿Más mezcla maistro?
El sábado se realizó una videoconferencia entre los comités Directivo Estatal y Municipal del PRI, en el que dicen que salieron chispas, y que la presidenta Verónica Martínez habría expresado su enojo por lo dividido que está el partido en Torreón. La mayoría dice que al que hay que agradecérselo es a Shamir Fernández Hernández.
Por si algo le faltara –lo que dicen que ha provocado una gran molestia en Miguel Riquelme-, es que una buena parte de las supuestas irregularidades contenidas en la famosa ‘queja 141’ corresponden a gastos que el Comité Municipal en Torreón, Shamir pues, no reportó a las autoridades electorales y que, es más, ni siquiera en el partido estaban enterados, y eso es parte de lo que le ha vuelto a subir al ex alcalde de Torreón el rebase en los topes de gastos de campaña.
Al presidente del Comité Municipal de Torreón, aseguran, ya lo traen ‘en jabón’, aunque algunos aseguran que él se siente muy protegido.
Se volvieron a parar
Por el rumbo que habían tomado las cosas en al menos las dos más recientes semanas, en el PRI se habían tomado las cosas con un gran alivio y muchos ya se ‘sentían sentados’ en las sillas que suponen, les va a corresponder; pero el viernes otra vez todo mundo se volvió a parar. Ya muchos se aprestaban a rendir protesta como funcionarios del Gobierno del Estado, y muchos otros recibir en diciembre la bendición para algunas de las candidaturas para la elección del año entrante.
De éstas últimas, dicen que el que ya tiene amarrada ‘cincho’ una candidatura plurinominal a una diputación Federal, es Luis Gurza Jaidar, quien a pesar de todos los esfuerzos que hace, no logra ganarse la confianza ni el cobijo de los priistas que lo siguen viendo como un panista traidor.
Esta curul sin embargo, dicen los que saben, es como una especie de premio ‘por los servicios prestados’ durante la campaña, ya que toda la información del cuarto de guerra de los panistas que necesitaba tener a la mano el entonces candidato Miguel Ángel Riquelme, respecto de su rival Guillermo Anaya Llamas, llegó al ‘war room’ priista vía Gurza Jaidar. Eso dicen las malas lenguas.
Al que obra mal…
Por cierto de quien también dicen que ya tiene asegurada una secretaría –una vez que las aguas vuelvan a su cauce normal-, es el ex candidato a la alcaldía de Torreón, Miguel Mery Ayup, a quien muchos ya lo ven despachando en Desarrollo Social.
De concretarse, dicen, se enviará un mensaje doble: uno que no se va a dejar desprotegido a quien fue su candidato en Torreón, y quien desde un principio dijo que él se iba a trabajar al gabinete estatal. Y la otra, para mostrarle a Shamir Fernández lo que dejó ir por jugarle las contras a los candidatos de su partido en la elección pasada, y que le costó al PRI la pérdida de la Presidencia Municipal, las diputaciones locales de los distritos con cabecera en Torreón, y hasta la gubernatura.
Eso, también dicen las lenguas viperinas.
