Julián Parra Ibarra
Mutantes Un caso que merece un estudio a profundidad por un equipo multidisciplinario, es la extraña mutación que sufren las personas que al ingresar al mundo de la política, sea como candidatos, funcionarios, servidores públicos, y más si son gobernantes. Una vez que han dado ese paso, pierden todo contacto con la vida cotidiana, con la realidad, con el el diario vivir de la comunidad a la que gobiernan o aspiran gobernar, minimizan todo lo que se opine, diga o publique y que sea contrario a su nueva forma de pensar y ver las cosas, de su verdad absoluta pues; y potencializan todo lo que les resulte favorable así sea una auténtica falacia, y que al final sirva sólo para engañarse a sí mismos, al fin una mentira repetida miles de veces puede llegar a convertirse en verdad. ¿En serio? Le doy un ejemplo, pero como éste hay muchísimos, sobre todo en nuestra Entidad donde el que corre es un año electoral, y que además advierte que la que se avecina será la elección más cerrada en la historia del Estado. El botón de muestra se llama Margarita Zavala, para mayores señas es esposa de Felipe Calderón, el ex presidente mexicano que desató la más criminal de todas las guerras -contra los cárteles de narco- y que ha resultado tan o más sangrienta que la Revolución Mexicana. En su desconexión con el mundo terrenal y poseedora de la verdad absoluta –aunque solo sirva para engañarse a sí misma-, Margarita ha dicho que ella es la única que le puede ganar en la elección de 2018 a Andrés Manuel López Obrador, y que cuando caminan por la calle ella y Felipe (Calderón) la gente les dice que los extraña –como a los Obama, pues- ¿De verdad ella misma cree lo que dice? ¿De verdad extrañan –porque además se vende en ´paquete’, en plural- a los Calderón las viudas, los huérfanos y familiares de desaparecidos, ejecutados y asesinados de una estúpida guerra que una década después no ha terminado, y por el contrario cada día crece más?
Oraculeros
Aunque no creo en las supersticiones -porque dicen que son de mala suerte-, ya empiezo a darles crédito a todos los adivinadores, cartomancianos y oraculeros que contra el peso de los hechos advirtieron un par de sucesos registrados este domingo: que Miguel Ángel Riquelme Solís se convertiría en el candidato del PRI al gobierno de Coahuila, y que el Santos volvería a empatar en su partido contra Necaxa. Era muy difícil acertar en cualquiera de los dos pronósticos, pero los oraculeros –los que adivinan el futuro a través de oráculo-, fueron precisos en sus predicciones. Riquelme resultó el ganador de la contienda interna del PRI y ya solo falta que rinda la protesta para formalmente convertirse en el candidato tricolor a la gubernatura de Coahuila para la elección del 4 de junio próximo. Más que otros Enrique Ochoa, dirigente nacional del PRI vino a Coahuila, y al final de la jornada dijo que habían votado ‘cerca de 500 mil’ militantes y simpatizantes de su partido, y que ‘90 por ciento de los electores’ se expresaron en favor de Miguel Riquelme Solís. Sin duda una aplastante victoria. Muchos nos quedamos con las ganas de que Ochoa hubiera dado cifras más precisas, datos duros, número exacto de votos de uno y otro contendiente –y su porcentaje respectivo preciso-, del número total y exacto de los votos ejercidos. La única cifra exacta fue la que compartió Verónica Martínez durante la jornada electoral, que dijo que tras el reporte de las 16:00 horas habían llegado a una participación de 375 mil 124 votantes. Los ‘cerca de 500 mil’ votos ejercidos en la jornada dominical en la interna priista, subrayó Enrique Ochoa, son más votos de los que han alcanzado otros partidos en una elección constitucional. Estamos locos, Lucas ‘Oye Chaparrón, ¿sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?’. Ahora resulta que un juez ordenó realizar una evaluación psicológica al investigador y periodista Sergio Aguayo Quezada, demandado por el Humberto Moreira. Una perito, dicen versiones periodísticas, seleccionada por el ex mandatario durante este lunes y miércoles hará una evaluación con base en un cuestionario preparado por ‘la parte actora’ y avalado por un Juez.
La perito deberá, entre muchas otras cosas, determinar si Aguayo abusó de la libertad de expresión al atribuir sin fundamentos a Moreira, falsas
acusaciones de corrupción, robo y nexos con la delincuencia organizada ¿O sea que qué? Un doctor en robótica diagnosticando el origen de dolores abdominales. No cabe duda, estamos locos, Lucas.
