Julián Parra Ibarra
Mal humor social
Por ahí cruzando apenas el primer trimestre de 2016, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo que no encontraba motivos para el mal humor social, porque México era para un país para presumirse. Y sí, el país está para presumirse, ayer, hoy, mañana, siempre, México es un país tan extraordinario, que la clase política no se lo ha podido acabar a pesar de la voracidad de un sector de la población.
No sé si en estos primeros días de 2017 Peña Nieto todavía no encuentre los motivos para ese mal humor social, y no sé si como hace un año no los encontraba y los siguió buscando hasta que los encontró: un verdadero y auténtico ‘gasolinazo’, no tiznaderas; el anuncio en el incremento en los precios del gas, de las tarifas eléctricas y todos los demás incrementos que esto va a traer en escalada, en los precios de muchos productos y servicios básicos que de entrada han hecho polvo el incremento en los salarios mínimos.
Qué bueno
El presidente dijo también durante 2016 que no creía que ni él ni ningún otro presidente se levantara un día ‘con ganas de joder a México’. Pero le sale muy bien sin tener esa intención. Imagínese si en verdad un día saliera de la cama ‘con la intención de joder a México’.
Como quiera que sea qué bueno que no se levanta con esa intención, porque le sale bastante bien.
No afectará
No obstante a lo que cree la inmensa mayoría de los mexicanos, el secretario de Hacienda dice que los incrementos en los precios de las gasolinas, el Diésel y el gas, no van a impactar en la inflación; la Comisión Federal de Electricidad dice que 99 por ciento de sus usuarios son consumidores domésticos de bajo consumo, la única tarifa que no sufrió incremento, por lo que los más vulnerables no resultarán afectados con estos aumentos.
En un Gobierno cuyo programa emblemático era al principio la Cruzada contra el Hambre, y del que ya ni siquiera se habla porque ha sido un rotundo fracaso ha de visualizar que los más pobres de este país no van a resultar impactado con los aumentos, a las gasolinas –porque no tienen carro-, al gas –porque cocinan en anafres, con leña- y a la luz eléctrica –porque ni tienen, se alumbran con quinqués-.
Ya no es la joya
En fin, que me parece que dentro de todo, el gobierno de Enrique Peña Nieto sigue jugando con fuego, y ya quisiera ver los resultados de las próximas mediciones de popularidad del presidente, los números que va a arrojar. Los resultados parecen ser muy peligrosos para su gobierno y su partido, teniendo tan cerca las elecciones presidenciales, pero antes, tres importantes en Coahuila, el Estado de México y Nayarit.
Por cierto fuentes capitalinas dicen que en el CEN priista se da casi por perdido el Estado de México –que históricamente era la ‘Joya de la Corona’ y el ensayo de lo que sería la elección Presidencial un año después-, y que el que más les interesa conservar de los tres que están en juego es Coahuila.
¿Será?
Por ese motivo, presuntamente el priismo nacional mandará toda la caballería y todos los recursos –humanos y económicos- que haya menester a Coahuila, con tal de conservar la gubernatura.
Parecería poco creíble que pusieran más énfasis en Coahuila que en el Estado de México, sobre todo por la proporción de votos que representa una y otra entidad, además de que aquella es la tierra del Presidente, y el nido del que ha surgido uno de los grupos políticos más fuertes e influyentes del país: el Grupo Atlacomulco.
En casa
Mientras tanto en casa, este lunes tal y como estaba ya anunciado, otros dos alcaldes solicitaron licencia aparentemente para contender por la
gubernatura del Estado en junio de este año. El monclovense Gerardo García, del PAN; y el acuñense Evaristo Lenin Pérez Rivera, de la UDC.
Aunque no se sorprenda –y quizá es lo más lógico- que por acuerdos, alianzas o ajustes, terminen ambos con una candidatura a una diputación en el bolsillo, para apoyar otros proyectos rumbo a la gubernatura. Ya veremos.
