Inicio > Coahuila > LA PUNTA DE LA MADEJA.

LA PUNTA DE LA MADEJA.

Julián Parra

Apenas la punta
El monto de la deuda pública alcanzada por el Gobierno de Durango durante la administración de Jorge Herrera Caldera divulgada hace un par de días, y que asciende a los casi 15 mil millones de pesos no debiera sorprender a nadie, porque era algo previsible de acuerdo a como se manejaron las cosas a lo largo del sexenio, pero no se sorprenda mucho tampoco si conforme avancen los días van surgiendo más cantidades de deuda oculta, con proveedores, con contratistas. Ahora sí que esto es apenas la punta de la madeja.

Sobre todo que después de la jornada electoral del 5 de junio cuando los priistas perdieron la gubernatura, la estructura del gobierno estatal se dedicó a tratar –como los perritos- de echarle tierra a sus suciedades, porque ni el propio Herrera Caldera en sus peores pesadillas soñó con que le iba a entregar el mandato a un panista, aunque también eso era muy previsible por la forma como manejó el estado como si fuera un negocio de su propiedad, en el que puede poner y quitar en puestos a los que le pegue la gana.
Capacidad de pago
La situación económica de Durango es sumamente preocupante contra todo lo que quieran intentar justificar los defensores del peor gobernador que ha tenido Durango en toda su historia, en el sentido de comparar el monto de la deuda descubierta hasta ahora en la entidad, con los montos de otros estados como Veracruz, Chihuahua, Nuevo León o Coahuila.
Pero vale la pena aclarar con palitos y bolitas. El nivel de gravedad de la deuda no consiste en el monto total de ésta, sino en la capacidad de pago de quien la adquiere, y le doy un ejemplo muy burdo si quiere, pero muy práctico: si Carlos Slim le adeuda un millón de pesos a un banco, dada su capacidad de pago, no es mayor problema porque con un simple ‘click’ queda saldado el adeudo; pero si Juan Pueblo, usted o yo le debemos un millón de pesos al mismo banco, nosotros sí estaremos en serios problemas porque nuestra capacidad de pago no nos permitiría cubrirlo en este mismo instante, ni en muchos años, o quizá nunca.
Así que si alguien le dice que los 15 mil millones detectados hasta ahora no son nada comparados con los 80 mil millones de Veracruz o los 36 mil millones de Coahuila, es una falacia, el monto sí es menor, pero también es infinitamente menor la capacidad de pago de Durango, y otra forma de medir el tamaño de la bronca es traduciéndola como porcentaje de sus participaciones federales y esta, por ejemplo, supera al 80 por ciento de sus participaciones federales, superior incluso a la de Veracruz. Así de ese tamaño es el problema.
Qué hacer
Ante ese escenario la pregunta es ¿qué va a hacer la actual administración encabezada por José Rosas Aispuro Torres para enfrentar el enorme problema? Pues deben ser un conjunto de acciones, muchas de ellas medicina amarga que a muchos no les va a agradar pero para nada.
Una de ellas es establecer un régimen de austeridad a toda prueba, pero que debe empezar por el adelgazamiento de la nómina que de manera tramposa, ventajosa y traidora dejó inflada de manera artificial Herrera Caldera en todas las dependencias, como una forma de minar el camino y entorpecer desde el arranque a la administración de Aispuro Torres. Y en esta maniobra ha contado con la complicidad de la parte sindical, que juega el papel de grillete para impedir cualquier movimiento del actual Gobernador.
Otra es la creación de nuevos impuestos para generar el ingreso de recursos frescos que le den un poco de oxígeno a la administración. Entre ellos, anótelo, la posibilidad de que regrese el cobro de la tenencia vehicular, lo que se antoja sumamente complicado en estos momentos, justo cuando el gobernador de Coahuila ha anunciado que esa imposición desaparece en la entidad vecina a partir de 2017, y volver a implementarlo de este otro lado del Nazas invertiría los papeles: muchos duranguenses se irían a plaquear a Coahuila, como ha ocurrido a la inversa en los años recientes, que muchos coahuilenses –entre ellos no pocos funcionarios- han venido plaqueando en Durango.
Esta es muy poco viable. Sería darse un balazo en el pie.
La mejor
La que puede ser la mejor, pero cuya receta requiere de mucha producción avícola, es enderezar acciones en contra de los responsables de la deuda, sobre todo porque ésta no está reflejada en obras en ninguna parte del Estado. Sería además la más aplaudida por los duranguenses, aumentaría la confianza en el actual gobierno, y permitiría que éste pasara de las palabras a las acciones, dejando de litigar a través de los medios como es la costumbre entre los políticos de todos los partidos, con una inmensa cantidad de denuncias públicas, pero con ningún responsable ya no digamos encarcelado, al menos sancionado.
Aispuro Torres está ante la gran oportunidad de sentar un precedente histórico, de llevar ante la justicia a los responsables del quebranto del Estado, encarcelarlos y obligarlos a regresar los recursos que tanta falta hacen en la Entidad y con ello llevaría a un punto máximo los niveles de confianza, de apoyo y de solidaridad de los habitantes de todo Durango.
Es eso, o empezar a perder, ya tan pronto, la confianza en él depositada apenas el 5 de junio pasado. Que la decisión que tome no sea en función de intereses de grupos políticos, sino de la de todos los duranguenses.