Julián Parra Ibarra
Las barbas del vecino
A través de un video difundido en las redes sociales, el gobernador electo de Chihuahua, el panista Javier Corral lanzó una denuncia pública y un llamado a los diputados salientes del congreso local, para frenar la intentona del actual mandatario, César Duarte, de incrementar en el último tramo de su administración la deuda de la entidad, por 6 mil millones de pesos, comprometiendo los ingresos por excedentes del Fideicomiso Carretero, hasta el 2038.
De acuerdo con Corral –quien pide a los diputados de todos los partidos frenar la ‘espiral del absurdo’- la deuda de Chihuahua hasta el mes de marzo de este año, ascendía a 50 mil 700 millones de pesos, pero además advierte que Duarte creó de manera ilegal un par de empresas con participación estatal, y a una de ellas –Fibra Estatal Chihuahuense SA de CV- le cedió la titularidad de las concesiones de las carreteras afectadas en el Fideicomiso Carretero. De confirmarse la ilegalidad en la constitución de estas empresas, quedarían invalidadas todas las acciones en las que éstas estuvieran involucradas.
El gobernador electo chihuahuense que califica de irresponsables las acciones del actual mandatario, sostiene que en 2013 César Duarte ordenó la bursatilización de los ingresos carreteros por los siguientes 25 años, lo que le significaron ingresos al gobierno estatal por el orden de los 14 mil 800 millones de pesos, mismos que los chihuahuenses no han visto reflejado en inversiones públicas productivas.
Con esta última acción, asegura Corral, Duarte pretende hacerse de fondos para pagar los compromisos de la administración adquiridos a corto plazo, y no como lo marca la Constitución, de que la adquisición de deuda tiene que destinarse a inversiones productivas asociadas al crecimiento, la inversión y la infraestructura.
En Durango, ya se encendieron las antenas, para impedir que ese mismo patrón de conducta de Duarte, lo intente replicar Jorge Herrera Caldera antes de entregar el mandato al panista José Rosas Aispuro Torres.
¡Échenle agua!
El abasto de agua potable en Torreón, se convirtió en un serio dolor de cabeza en las más recientes administraciones, sobre todo en la pasada encabezada por Eduardo Olmos, durante la cual incluso el Simas llegó a estar al borde de la quiebra por el mal uso y la pésima administración que tuvo en esos cuatro años.
Con el simple cambio de administración, las cosas no iban y ni han cambiado por arte de magia, sino que se ha tenido que realizar un intenso trabajo para en primera instancia, sanear las finanzas del Sistema y con ello tener margen de maniobrabilidad a fin de dar solución a la problemática que más demanda la ciudadanía, y que es el abasto del agua en las tomas domiciliarias, así como solución al problema del drenaje sanitario.
Este miércoles, el alcalde Miguel Ángel Riquelme Solís puso en marcha los trabajos de perforación del pozo número 20 en lo que va de su administración, en el ejido La Paz, y con el que en tres meses se verán beneficiados unos 20 mil habitantes. Nunca en la historia del Municipio se habían generado tantas nuevas fuentes de abastecimiento, y de acuerdo con las proyecciones, se pretende cerrar la administración con un total de 28 ó 29 pozos nuevos.
Ciertamente el problema del desabasto no está resuelto, pero se ha tenido un gran avance. Se imagina cómo estaría la situación sin esos 20 pozos perforados en esta administración.
Ciudades seguras
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana aplicada por el INEGI a personas de 18 años y mayores de todo el país, y con datos hasta el pasado mes de junio, Saltillo y Durango se encuentran entre las ciudades donde la percepción de inseguridad entre los ciudadanos, es de las más bajas del país.
La media nacional es de que siete de cada 10 personas consideran inseguro el
municipio en el que habitan. Los municipios donde la percepción ciudadana está en los niveles más altos son entre otros, Villahermosa donde 95 por ciento de los ciudadanos consideran que su ciudad es muy insegura, seguido por Coatzacoalcos (94%), Acapulco (93.5%), la zona oriente de la Ciudad de México (91.2%) y Chilpancingo (88.6%).
En la contraparte, los municipios en los que sus ciudadanos perciben menores niveles de inseguridad están Mérida con 30 por ciento de sus ciudadanos, Tepic (30.4%), San Francisco de Campeche (36%), Saltillo (43.8) y Durango (46.4%).
Esto nos indica que en Durango si bien aparece entre los de las percepciones más bajas de inseguridad en el país pero su porcentaje debe preocupar a las autoridades, no fue el tema de la inseguridad la que les llevó de decidir por la alternancia el pasado 5 de junio, y más bien tiene que ver con los temas de corrupción, prepotencia, soberbia y desatención de los principales problemas de los ciudadanos, lo que les llevó a decidir por cambiar de partido, tanto en la gubernatura, como en la alcaldía del municipio.
Lecturas que se tienen que atender –y entender-, en los estados que tienen elección el año entrante.
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