Julián Parra Ibarra
Pobre Tamaulipas
Qué lamentable en verdad es lo que ocurre –y viene pasando desde hace muchos años- en Tamaulipas. Hace seis años a estas alturas, una tragedia ensombreció el final de las campañas electorales y la elección, cuando en un atentado criminal el entonces candidato del PRI y virtual gobernador, Rodolfo Torre Cantú, fue asesinado en una carretera de aquella entidad cuando realizaba un traslado.
‘Gracias’ a ese crimen fue que Egidio Torre Cantú, como una forma de resarcir el daño y la pérdida de la vida de su hermano, se convirtió en el candidato y posteriormente en gobernador de uno de los estados más violentados de las últimas décadas, y cuna de los más sanguinarios grupos de la delincuencia organizada. Una vez probadas las mieles del poder, a Egidio pareciera que se le olvidó la muerte de su hermano.
Aunque le quemen el hocico
Como dice el refrán popular: “perro que come huevo (…)”, pareciera que aunque sea de la manera más turbia, en Tamaulipas se les da muy bien eso de ganar elecciones al costo que sea. Y es literal, al costo que sea.
Dado que la competencia entre los abanderados del PAN y PRI se encuentra sumamente cerrada, desde ambos bandos se han lanzado estiércol que ha sido un contento, y tal parece que ni a partidos ni a candidatos les importa o preocupa jugar con temas tan sensibles entre la población tamaulipeca, como lanzarse acusaciones, de que detrás de uno y otro lado están los grupos del narco.
Bodrio y burdo
Este domingo, jugando con el tema del secuestro, se inventó el mal armado cuento de que el ex jugador de los Tigres, Alan Pulido, había sido levantado por un grupo de hombres armados. Durante varias horas incluso a través de las redes se propagó la falsa información de que había sido localizado el cuerpo del futbolista profesional. Luego se ligó con un aspecto pasional porque al parecer mantenía relaciones con una mujer ligada con un narcotraficante.
El desenlace fue lo peor de la trama, y resulta sospechoso por decir lo menos: resulta que Pulido fue rescatado tras 24 horas de permanecer en cautiverio, no sólo ileso, sino todavía con un peinado de salón, y en una fotografía distribuida por el Gobierno del Estado, aparece Egidio Torre Cantú, quien acudió a ‘constatar personalmente el estado del jugador’, luego de su rescate por parte de policías federales y estatales.
Resulta que los secuestradores no solamente le dejaron al jugador su teléfono celular y permitieron que identificara el lugar al que lo habían llevado, sino que además lo dejaron sólo por lo que según las autoridades, fue el propio Pulido quien llamó al 066 para solicitar auxilio y proporcionar con increíble exactitud el sitio donde lo tenían plagiado.
Pobre Tamaulipas, donde se vale hacer de todo para aparentar una gran eficiencia y rapidez en la solución de un fenómeno tan sensible entre los tamaulipecos: el secuestro. Todo, con la finalidad de hacer aparecer a un gobierno como efectivo, enderezar elecciones y posicionar candidatos.
Mala costumbre
Primero se registró el caso del periódico Vanguardia en Saltillo, y ahora parece que ya se convirtió en una mala costumbre esto de atentar contra los medios de comunicación, y esto último viene a colación por el ataque que sufrió el pasado viernes en sus instalaciones el periódico La Voz de Monclova, donde personal del municipio que encabeza el panista Gerardo García, intentaron incluso prender fuego a las instalaciones del diario.
Al inicio de los ataques, la policía municipal hizo acto de presencia más que para actuar, para jugar un papel de meros espectadores, hasta que llegaron los elementos de Fuerza Coahuila y del Ejército para resguardar las instalaciones y dispersar a los quejosos cuyo principal reclamo eran las críticas que se le realizan cotidianamente al Alcalde monclovense, el mismo que utilizó las instalaciones del Museo de Coahuila y Texas para la boda de su hijo, y que después hasta compartió a través de las redes sociales un video en el que se burlaba por ello.
Un abrazo solidario a nuestro amigo Manuel Juaristi, director Editorial de La Prensa, que a su vez esperamos que lo comparta con todo el personal del periódico. Ojalá que pronto pase esta modita de ‘agarrar de puerquito’ por cualquier motivo, a periodistas y a los diferentes medios de comunicación. Ya van varios hechos documentados en las últimas semanas en toda la entidad.
Pudo más la cantera…
Jesús Martínez, presidente del Pachuca, dijo que la Final entre su equipo y el Monterrey sería un duelo entre la cantera y la cartera. Finalmente ganó la cantera, venció a la cartera y a la soberbia. Felicidades a los Tuzos y a su Conejo (Pérez) de la suerte.
@JulianParraIba