Salvador Hernández Vélez
Hace unos días la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) cumplió 70 años. Los profesionistas con la formación de química a nivel superior y de posgrado que han egresado de dicha institución participan, sin duda, en el desarrollo económico, social, científico, ambiental y tecnológico de nuestro estado y país. Al final de los ochenta, tuve la oportunidad de trabajar en las aulas de la Facultad y aun lo sigo haciendo en el posgrado de Biotecnología. Los cursos que impartíamos en esos tiempos a los profesores de matemáticas de la región sureste de nuestro estado, se llevaron a cabo en Químicas, el entusiasmo de su comunidad era ejemplar. En ese entonces contamos con el apoyo del ingeniero Jaime Isaías Ortiz Cárdenas, quien ahora es exrector de la UAdeC y exdirector de la Facultad. El Programa de Formación de Profesores de Matemáticas lo coordinó de manera destacada, en Saltillo, el ya fallecido ingeniero José de Jesús Sánchez Moreno exdirector, también, de la institución.
La Facultad de Químicas cumplió siete décadas de trabajo incansable, siempre desempeñándose de manera ejemplar con los estándares de calidad requeridos en la educación superior de la química en sus diversas ramas, observando los indicadores requeridos por los organismos certificadores y acreditadores de programas educativos reconocidos por su calidad educativa a nivel licenciatura y posgrado. La Facultad ha sabido adaptarse y mantenerse a la vanguardia de las exigencias que le imponen los tiempos modernos.
Los orígenes de la Facultad se remontan a la creación de un pabellón de química en el Ateneo Fuente (Pablo Cuellar y J. Cárdenas Valdés, 1943-1944). Inició sus labores como escuela independiente el 12 de diciembre de 1946. Ofreciendo las carreras de Químico Industrial, Químico Farmacobiólogo e Ingeniería Química. En 1951 la Escuela de Químicas comenzó a depender del Instituto Tecnológico de Coahuila y para 1957 pasó a formar parte de la Universidad de Coahuila. En 1962 se le agregó un nuevo pabellón y en 1967 se concede a la escuela un edificio en los terrenos al norte del Ateneo Fuente. En 1982 se eleva al rango de Facultad.
Hoy la Facultad cuenta con programas educativos de calidad certificada, con investigaciones de relevancia regional, nacional e internacional, con un personal docente altamente calificado, con alumnos y maestros capaces de enfrentar los desafíos de la regionalización e internacionalización.
La Facultad ofrece: tres programas educativos de licenciatura (Químico, Químico Farmacobiólogo e Ingenierio Químico) y pronto ofertará Bioingeniería. En postgrado, ofrece: Doctorado en Ciencia y Tecnología de Materiales (1980); Maestría en Biotecnología (1992); Maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos (2002); Doctorado en Biotecnología (2004); Doctorado en Ciencia y Tecnología de Alimentos (2008); Maestría en Ciencia y Tecnología Química (2008) y Maestría en Ciencia y Tecnología de Materiales (2013).
Su planta docente se integra de 86 Profesores de Tiempo Completo más 17 Profesores de tiempo parcial, además de 3 catedráticos CONACYT. Son 1100 estudiantes: (1000 de licenciatura y 100 en postgrado).
La academia de la Facultad funciona a través de 11 Cuerpos Académicos (CA): Química Analítica, Química Orgánica, Químico Farmacobiólogo, Ingeniería Química, Ciencia y Tecnología de Alimentos, Ciencia y Tecnología de Polímeros, Biotecnología, Nanobiociencia, Materiales Cerámicos, Materiales Avanzados y Ciencias Biológicas y Genómicas.
Los programas de posgrado están reconocidos por su calidad dentro del Programa Nacional de Posgrado de Calidad del CONACYT y los de licenciatura por COPAES y CIEES. Los planes y programas de estudio son continuamente examinados por comités de maestros de acuerdo al modelo educativo de la UAdeC, cuenta además con mecanismos de evaluación, con programas de tutorías y de asesorías que colocan al estudiante en el centro del proceso educativo, lo que avala el desarrollo integral de nuestros alumnos, quienes son atendidos por una planta académica altamente calificada, quienes plantean sus proyectos en el seno de los cuerpos académicos consolidados a los que pertenecen y que estos están íntimamente relacionados con el desarrollo social, científico y tecnológico de la comunidad, a la vez involucran en proyectos de investigación a los estudiantes.