• Se trató de una joven de 37 años que padece diabetes y tenía 18 días de haber tenido un bebé.
• La práctica de cesárea con histerectomía contraindicaba la aplicación de un trombolítico.
Torreón, Coahuila, a 18 de enero de 2023.- A tan sólo 18 días de haber tenido bebé, Lulú estuvo a punto de morir. Mientras se encontraba en su casa, sola, de manera súbita sintió que se ahogaba y le faltaba el aire; un coágulo se había desprendido de su pierna y se alojó en la arteria pulmonar.
El haberse sometido a cesárea con histerectomía, contraindicaba la aplicación de un trombolítico (fármaco para desbaratar los coágulos) por el riesgo de que muriera desangrada.
Gracias a que en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila realizaron por primera vez un procedimiento para desbaratar y aspirar el coágulo dentro de la arteria pulmonar, ahora se encuentra feliz al lado de su hijo y de su familia.
La jefa de la Terapia Intensiva Cardiovascular de la UMAE No. 71, doctora Violeta Santiago de la Rosa, explicó que la paciente con diabetes y 37 años, arribó al servicio de Terapia Intensiva en estado de choque cardiogénico, con taquicardia, saturación y presión arterial extremadamente bajas, en síntesis, muy grave.
En forma inmediata le realizaron un ultrasonido que arrojó una falla en el lado derecho del corazón y posteriormente una tomografía en la cual se observó que en las ramas pulmonares se encontraba la masa espesa del cuajo.
Ante la imposibilidad de aplicar el tratamiento trombolítico debido a la contraindicación del puerperio (posparto) inmediato por cesárea con histerectomía, presentaron el caso al servicio de hemodinamia, señaló la médica.
El jefe del servicio de Hemodinamia de la UMAE No. 71, doctor Alberto Esteban Bazzoni Ruiz, abundó que el coágulo desprendido tapó de manera súbita el torrente sanguíneo al alojarse en una arteria, cuya función es que la sangre pase por el pulmón, se oxigene y posteriormente se redistribuya en el cuerpo; el riesgo de muerte era muy alto.
Ante la complejidad de la situación y el reto de actuar en el menor tiempo posible, sesionaron el caso clínico de manera colegiada. En equipo determinaron que la mejor alternativa era realizar un intervencionismo que nunca se había hecho en el hospital, denominado: tromboaspiración y trombólisis acelerada por ultrasonido de rescate. En menos de 24 horas la paciente ingresó a la sala de Hemodinamia, narró.
Bazzoni Ruíz explicó que para realizar el procedimiento puncionaron la vena femoral de la pierna, ingresaron por esa vía un dispositivo hasta la arteria pulmonar, se dirigieron hasta donde estaban los coágulos y con un equipo especial emitieron impactos ultrasónicos combinados con un anticoagulante a dosis muy pequeñas, de esta manera deshicieron y aspiraron los trombos, liberaron la circulación venosa y la sangre volvió a llegar a los pulmones; la paciente mostró una notable mejoría en forma inmediata.
Destacó que la historia de Lulú es importante porque la tromboembolia pulmonar es la segunda causa de muerte en puérperas en el mundo, y a pesar de ello este tipo de procedimientos no son comunes porque casi en todas las pacientes aplican los fármacos que los disuelven.
El médico Bazzoni Ruiz destacó que gran mérito en esta historia corresponde al servicio de Urgencias del Hospital General de Zona (HGZ) No. 16, en donde realizaron un triage exitoso y canalizaron a la paciente de manera inmediata al tercer nivel.
La doctora Santiago de la Rosa señaló que el IMSS en Coahuila brinda especial seguimiento y atención a las personas embarazadas y puérperas, y expuso que en México la mujer es el eje de la familia, de ahí que es alentador para el personal de salud haber salvado la vida de esta paciente cuyo bebé se encontraba recién nacido.
Indicó que Lulú egresó de la UMAE en menos de una semana; a ocho meses de su procedimiento se encuentra en perfectas condiciones de salud y se mantendrá en seguimiento médico mensual por lo menos durante un año.
“En el Seguro Social siempre me trataron de manera excelente y me dieron la confianza de que las cosas iban a salir y desde que llegué me sentí en buenas manos”, señaló Lulú, ama de casa y madre de dos hijos.
Mencionó que cuando ocurrieron los hechos, en su casa, realmente se sentía muy mal, pero nunca se imaginó la gravedad en la que se encontraba.
Abundó que no recuerda a cada uno de los médicos, sin embargo se siente agradecida con todos y con la institución, pues está consciente de que cada persona aplicó su máximo esfuerzo para que las cosas se resolvieran.
Lulú señaló que prácticamente lleva una vida normal, se dedica al cuidado de sus hijos y cada mes acude al IMSS a valoración; lleva dieta y sabe que debe practicar ejercicio para mantenerse sana y cuidar de su familia muchos años.