sábado, septiembre 28, 2024
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A LA BÁSCULA

Gobiernos visionarios

Un fuerte abrazo cariñoso y solidario para mis amigos Paco y Lalo de la Peña y para toda su familia, por el sensible fallecimiento de su padre Don Francisco de la Peña, fundador del periódico El Heraldo, mi casa editorial en Saltillo, pero sobre todo una extraordinaria persona y un ser humano excepcional. Descanse en paz

Julián Parra Ibarra

Más allá de sus tradicionales altas temperaturas, sus recurrentes y a veces prolongadas sequías, así como sus intensas tolvaneras conocidas como ‘lluvia lagunera’, en la Comarca Lagunera se podía vivir con absoluta tranquilidad, sin sobre saltos, ante los fenómenos meteorológicos.

Aquí no es zona sísmica, por lo que el asunto de los temblores no nos inquietaba. En cuanto a los huracanes, aquí solo nos llegaban las ‘colitas’ y con ello era suficiente para cubrir nuestras necesidades de lluvia.

En los años recientes, sin embargo, el panorama ha cambiado; al menos en la década más reciente, lo que considerábamos lluvias atípicas ya se nos volvieron típicas, por lo que cada año en La Laguna enfrentamos serios problemas de inundaciones.

Durante muchos año se ha venido debatiendo el tema de la construcción de un drenaje pluvial del que carecemos en los municipios de la zona conurbada, Torreón por el lado de Coahuila, y Gómez Palacio y Lerdo por el de Durango. Es innecesario, se decía, porque al fin aquí casi no llueve.

Además, ningún gobernante ha querido invertir en un costosísimo sistema de drenaje pluvial porque, se argüía, es una obra muy cara que nadie va a ver porque estará enterrada.

Ciertamente un sistema de drenaje pluvial no está a la vista de la gente, pero cómo se siente su ausencia en días como el pasado martes, porque aunque

no lo éramos, ya nos hemos venido convirtiendo en una Comarca llovedora. La del pasado martes fue la lluvia más intensa en lo que va del año, pero un par de semanas atrás se registró una similar, de ligeramente más bajas dimensiones.

De ambos lados del Nazas, y es pregunta ¿tendremos gobernantes visionarios con un alcance de miras que vean más allá de su administración? ¿Tendremos verdaderos estadistas que busquen primero el bien colectivo en vez de las obras de relumbrón, de las que sí se ven y les generan además el aplauso fácil?

En La Laguna poco sabíamos de lluvias y sismos, pero en el último mes ya llevamos un par de movimientos de tierra, primero en San Pedro y apenas el pasado domingo en Matamoros, Coahuila; y dos lluvias ‘atípicas’. Los sismos no se pueden prevenir, las lluvias tampoco, pero de éstas últimas sí se puede construir la infraestructura necesaria para evitar inundaciones que provocan severos daños y semiparalizan la actividad de la región. Ojalá que sí, en efecto, tengamos en este momento gobernantes visionarios, y con gran alcance de miras.

Por lo pronto, la alcaldesa gomezpalatina Leticia Herrera Ale ya levantó la mano –y la voz-, para comprometerse a gestionar los recursos necesarios para construir en su municipio un sistema de drenaje pluvial para tratar de resolver el que dijo, es un asunto prioritario para los habitantes de esta parte de la región. Ojalá que en esta empresa sea acompañada por el gobernador José Rosas Aispuro Torres.

Es cierto, una obra tan costosa como el drenaje pluvial no se ve porque va enterrada, pero en las temporadas de lluvias la gente va a recordar por generaciones de manera muy positiva a quienes hayan aceptado el reto de ‘echarse ese trompo a la uña’.

Ojalá que también a esta iniciativa se sumaran la alcaldesa de Lerdo, María Luis González Achem, y los alcaldes de Torreón, el interino Jorge Luis Morán Delgado, y el electo Jorge Zermeño Infante, así como los gobernadores José Aispuro Torres de Durango, y el saliente Rubén Moreira Valdez y el que tome posesión el 1 de diciembre próximo en Coahuila.

Dicen que la unión hace la fuerza, y si existe la voluntad política de los mencionados, se podría establecer una bolsa importante con recursos del Fondo Metropolitano, además de otros que se pudieran gestionar ante diferentes dependencias del Gobierno Federal y, por supuesto con un aporte importante de los dos gobiernos estatales y los municipales.

La Laguna se lo merece, y quien agarre el ‘toro por los cuernos’, pasará a la historia como un gobernante visionario, con un gran alcance de miras.