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A LA BÁSCULA

Una de diputados

Julián Parra Ibarra

De acuerdo con el documento Informe Legislativo 2017 elaborado, y presentado en días recientes por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 83 por ciento de los mexicanos perciben al (los) Congreso como corrupto o extremadamente corrupto, mismo porcentaje que no se siente representado por los diputados que se supone les representan en la (las) Cámara de Diputados, y 82 por ciento no confía en los legisladores, más allá de colores, de siglas o partidos.

El documento, que usted lo puede consultar íntegro en el la página del IMCO (http://imco.org.mx/competitividad/informe-legislativo-2017/), ofrece una importante cantidad de información muy valiosa del quehacer legislativo de nuestros diputados, tanto en los congresos locales como en el federal.

En el ámbito de lo local, en México tenemos un total de mil 124 diputados en las entidades federativas, que nos cuestan a los mexicanos 13 mil 551.3 millones de pesos al año, y que para tener un parámetro, el presupuesto anual de Baja California Sur es de 13 mil 909.8 millones de pesos; y, en la suma presupuestal de 739 municipios, la cifra alcanza los 13 mil 524 millones de pesos.

Eso sí, cada entidad interpreta lo que la ley le ordena de la manera que más le plazca en materia de transparencia, asignación de recursos, número de legisladores y comisiones, número de empleados, asignación de montos de aguinaldo, número de ‘asesores’ para cada parlamentario y los ingresos a cada uno de ellos.

Por ejemplo, el costo anual por cada diputado de la asamblea de la Ciudad de México es de 28.8 millones de pesos –el más alto-, contra el de cada legislador de Puebla –el más bajo-, que es de 3.5 millones de pesos; la diferencia es de 25.3 millones de pesos por cada uno de los legisladores, al año.

El informe dice que si se aplicaran los mismos criterios del congreso poblano a los del resto del país, se generaría un ahorro de 9 mil 574.2 millones de pesos, es decir, 71 por ciento de lo que ahora se eroga en ese sólo concepto. Ese monto es igual al presupuesto conjunto de seis universidades públicas (Coahuila, Campeche, San Luis Potosí, Morelos, Querétaro y Colima). En ese rubro, Durango aparece en el lugar 19 con un presupuesto anual por diputado, de 9.3 millones de pesos, en tanto que Coahuila ocupa el lugar 21 con 7.7 millones de pesos. Eso nos cuestan nuestros legisladores.

Entre 2012 y 2017, el presupuesto total de los congresos locales se incrementó 11.1 por ciento al pasar de 10 mil 307.9 millones de pesos en 2012, a 13 mil 551.3 millones de pesos en 2017. En ese periodo, el presupuesto coahuilense aparece en el rango de los que aumentaron su presupuesto con 61.1 por ciento, solamente superado por Sonora que lo incrementó en 69.4 por ciento.

Durango aparece entre los que lo hicieron entre 11 y 40 por ciento, pero también aparece en la lista de los 19 congresos que en conjunto gastaron más de mil millones de pesos adicionales a lo presupuestado con 8.8 por ciento, y a pesar de que en la elección del año pasado redujo de 30 a 25 diputados su congreso local, eso no se reflejó en sentido decreciente en el presupuesto aprobado, ya que pasó de 165 millones 485 mil 177 pesos en 2015, a 232 millones 604 mil 500 pesos en 2016.

Con registros al cierre de mayo de 2017, un total de 18 congresos estatales, entre ellos los de Coahuila y Durango, no han adoptado –dice el documento del IMCO- los formatos para publicar de manera homogénea las remuneraciones de los diputados, es decir, están dentro del grupo de los poco transparentes, de los opacos, pues.

Eso sí, son generosos con sus diputados, porque aunque la ley establece 15 días como pago de aguinaldo, a los de Durango les otorgan tres veces más -45 días- y a los de Coahuila 40 días.

Lo disímbolo de los criterios se ve también en el número de empleados contratados por el Congreso, así como el número de plazas asignados a cada legislador: La asamblea de la Ciudad de México cuenta con mil 501 empleados y a cada uno de los diputados se les autorizan 28 plazas para

‘ayudantes’, cuando el promedio es de 12. Coahuila es de los que menos tiene con 100 empleados.

Un punto positivo es el de la equidad de género porque en 2003, 82 por ciento de los legisladores en los congresos locales eran varones y apenas 18 por ciento mujeres. Para 2017 –hasta antes de las elecciones del pasado 4 de junio-, la paridad era 58 por ciento hombres y 42 por ciento mujeres, con cinco congresos con mayoría femenina: Chiapas, Campeche, Zacatecas, Querétaro y Chihuahua.

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