Julián Parra Ibarra
Durante dos meses, los partidos políticos y los aspirantes a los distintos puestos de elección popular que estarán en juego este 4 de junio, tuvieron oportunidad de mostrar a los ciudadanos de Coahuila tanto sus propuestas de campaña como la capacidad de lanzar bombas a sus opositores así hayan incurrido en algunos casos a las lastimosamente cada vez más comunes ‘fake news’ o dicho en términos más claros noticias falsas, en un afán de minar las fortalezas de sus adversarios y suponiendo que con ello lograrían atraer simpatías a su propia causa.
La que se celebrará este domingo por muchas razones –lo hemos escrito en más de una ocasión- es atípica, distinta a todo lo que hasta ahora habíamos visto.
Por primera ocasión se registró un número tan elevado de candidatos, siete; es la primera vez que cuenta con la participación de la figura de candidatos independientes – un par para la gubernatura-, con todos los asegunes que se les quieran colgar a algunos de ellos; esta es la primera vez que se elimina la figura del ‘trasvase de votos’, con lo que más de uno de los partidos ‘morralla’ o de la ‘chiquillada’ como quiera usted llamarles, están en serio riesgo –y seguramente así será- de perder su registro.
Se estrena también un árbitro electoral que tanto ha dejado qué desear en todo el proceso previo a la gran jornada electoral. En los 38 municipios de la entidad se elegirán alcaldes para un periodo de sólo un año; es decir que los triunfadores tomarán posesión el 1 de enero de 2018, pero el 3 de junio de 2018 otra vez los electores coahuilenses volverán a acudir a las urnas para elegir a los alcaldes que marcarán el regreso a las administraciones de tres años.
Dadas las condiciones actuales del mundo y del país, y el entorno propio de Coahuila, la elección para gobernador es la que mayor atracción e interés tiene entre el electorado. Se prevé igualmente la elección más competida y cerrada en la historia de la entidad, lo que se entiende porque ésta no es considera como una elección más. La gente sabe que lo que está en juego es el futuro de la entidad, de todos los coahuilenses, sobre todo el de los niños y los jóvenes de este gran estado.
Ante este escenario, se espera también que esta sea la elección con la más alta participación ciudadana de la historia de Coahuila. Hoy que a los candidatos y partidos se les agotó el tiempo para intentar la conquista del voto, la pelota ha quedado ya en la cancha de los ciudadanos y de nadie más, y que son los únicos que este 4 de junio, en las urnas, ejerciendo el voto que además de ser un derecho es al mismo tiempo una obligación que todos debemos cumplir, va a decidir el resultado de la elección y el rumbo que tendrá nuestro estado en los próximos seis años, y si me apura, hasta un poco más, quizá al menos una década.
Cada coahuilense, cada ciudadano integrante del Listado Nominal y que está en condiciones de votar, tiene la responsabilidad de responderle a Coahuila que como un padre a sus hijos, nos hace un llamado a todos para acudir en su apoyo, en su ayuda. Ningún hijo que se precie de amar a su padre, le escatima ni le ‘pichicatea’ una respuesta de esta naturaleza a un padre que nos lo ha dado todo. Vamos, Coahuila ni siquiera nos pide que ofrendemos nuestra vida este 4 de junio, ni que nos envolvamos en ninguna bandera para lanzarnos al vacío. No, nuestro estado lo único que nos pide es que vayamos a votar ¿Es mucho pedir a sus hijos, de parte de un padre amoroso que nos ha dado tanto y con tanta generosidad?
Por eso, más allá de colores, de siglas, de partidos, de credos políticos, de candidatos o de nombres, como coahuilenses que en verdad amamos a nuestro gran estado, que nos interesa su crecimiento y su futuro –y el de nuestros hijos y nuestros nietos, y aún hasta el nuestro-, vayamos a las urnas.
Ahora que la pelota está en nuestra cancha, como ciudadanos convirtamos este 4 de junio en un auténtico día de la fiesta de la democracia, demostremos en una actitud de civismo y de responsabilidad, que nuestro ‘status’ de ciudadanos está muy por encima de candidatos y partidos, que nosotros somos capaces de cumplir con nuestro derecho y obligación de sufragar, que tenemos la madurez suficiente como para con ese pequeño acto decidir responsablemente el futuro de Coahuila.
Demostremos que los ciudadanos no necesitamos de ´fake news’, de noticias falsas, de post verdades, de guerras sucias, de descalificaciones, de denostaciones ni nada por el estilo, para votar con responsabilidad. Por ello, el llamado es que todos salgamos a votar este 4 de junio, y que al final del día como ciudadanos podamos felicitarnos entre nosotros mismos por convertir a este domingo en un gran día.
¡Feliz día de la democracia y la participación ciudadana para todos! Que así sea.