Son un buen principio
Julián Parra Ibarra
En una ciudad tan joven como Torreón, que en este mes de septiembre llegará apenas a su 110 aniversario son pocas, realmente, las empresas centenarias que se mantienen vivas a estas alturas, y por ello siempre será motivo de júbilo, de orgullo y de alegría cuando una de ellas, icónica en nuestra Comarca Lagunera, llega a su primer centenario de vida.
Y una de las mejores formas de celebrarlo -me parece-, es compartir con la comunidad a la que se debe, una forma de agradecer ese acompañamiento a lo largo de una centuria las fiestas de sus festejos -además en una región como la nuestra, tan golpeada en años recientes por el fenómeno de la violencia-, una de las mejores formas es acercar el arte, en una expresión como no recuerdo haber visto jamás en nuestra corta historia regional.
Un Milenio de 100 años es un juego de palabras que combina el nombre del grupo empresarial que desde hace algunos años opera lo que en septiembre de 1917 nació como La Opinión a la sombra y con el esfuerzo de la familia Guerrero, y que este mes patrio llega al primer centenario de su fundación.
En la suma de los años de las distintas etapas que me tocó vivir en La Opinión, me parece que ando acumulando una cuarta parte de los 100 que están por cumplirse y aunque en opinión de algunos –que respeto cabalmente-, digan que este Milenio La Opinión Laguna nada tiene que ver como la llamada simplemente La Opinión, para mí siempre seguirá siendo mi alma mater, la raíz del árbol del que abrevé los conocimientos básicos para el ejercicio periodístico, es el mismo tronco del que surgieron muchas ramas y a muchos nos dio sombra, fruto y vida durante muchos años.
En el festejo de fechas simbólicas, me tocó ser parte de este gran periódico cuando se festejaron a sus 75 años sus bodas de diamante, los que disfruté plenamente, aunque el culmen fue una fiesta privada a la que no tuvimos acceso ni los trabajadores, y mucho menos los lectores. Vino a cerrar los festejos si mal no recuerdo, Rocío Banquells.
Ahora a la distancia, sigo sintiendo el mismo orgullo cuando aunque con una serie de transformaciones por el cambio de propietarios Milenio La Opinión Laguna, se acerca a su primera centuria, y me da gusto que ahora la forma del festejo es compartir con lectores y trabajadores, el montaje de la exposición ‘El Milenio visto por el Arte’, una colección de 34 obras de arte, que hasta ahora ha sido presentada en museos como el de El Carmen en la Ciudad de México, el Museo Metropolitano y la Pinacoteca de Nuevo León en Monterrey, en el Instituto Cultural Cabañas en Guadalajara, el Museo Casa Redonda en Chihuahua, y ahora en el Museo Regional de La Laguna en Torreón.
El mediodía de este jueves en una rueda de prensa a la que tuvieron acceso además una gran cantidad de jóvenes estudiantes de distintas carreras y de diferentes universidades de la región, fue anunciada la muestra que por la noche fue inaugurada. No sólo fue una conferencia de prensa, sino que fue un diálogo entre la Curadora de la colección, Avelina Lésper, quien generosamente respondió a todos los cuestionamientos y despejó todas las dudas planteadas por los asistentes, con la claridad que le caracteriza.
Tras el encuentro con medios, catedráticos y estudiantes, Avelina incrementó su generosidad al fungir como narradora de cada una de las obras, en una visita guiada que fue sumamente enriquecedora. El Milenio visto por el arte, me parece que es una exposición que no debe tener ningún desperdicio, que debiera ser visitada por todos los laguneros porque, estoy cierto de que como lo dijo la propia Lésper, el arte puede transformar a la sociedad.
La muestra estará abierta al público, y de manera totalmente gratuita, del 25 de marzo al 9 de julio, en un horario de las 10:00 a las 17:30 horas, y con ésta inician las actividades por el 100 aniversario de Milenio La Opinión Laguna del cual me sigo sintiendo parte y orgulloso de ello porque, como dirían las abuelas, ahí está enterrado mi ombligo periodístico. Además, entre aquellas bodas de diamante de los 75 años hace un cuarto de siglo, y los festejos del centenario, hay un lazo afectivo, sentimental y familiar que me sigue manteniendo conectado con la que siempre consideraré como mi alma mater, la universidad en la que me forme, crecí, desarrolle y me ‘titule’ en este que diría Gabriel García Márquez, es el ‘mejor oficio del mundo’.
Cien años son un buen principio, y aunque la fecha del cumpleaños es el 27 de septiembre, desde ahora como ya han arrancado los festejos del 100 aniversario, comienzan mis felicitaciones, que seguirán en la medida que sigan compartiendo con trabajadores y lectores los eventos del centenario.
Enhorabuena.