El padre necesita a sus hijos
Julián Parra Ibarra
Durante una gira por la entidad, durante la campaña presidencial del 2000, el entonces candidato del PRI, Roberto Madrazo Pintado en su paso por La Laguna en un programa de televisivo soltó una frase que desde siempre se me quedó muy grabada: Durango –dijo- es como una dona, el progreso le pasó por los lados, pero nunca le llegó al centro.
Dieciséis años después, la frase es más vigente que nunca, y los medios nacionales que acopiaron información con motivo de las elecciones que se realizan este domingo 5 de junio mencionaron que “A pesar de que su posición geográfica es estratégica para acceder a los mercados de América del Norte, Europa y Asia, su crecimiento económico es de los más bajos del País y duplicó su deuda en el último sexenio”.
Registra –según el periódico Reforma con base en informaciones del INEGI, SHCP y Banamex-, una informalidad del 56.2 por ciento, es decir que más de la mitad de la población económicamente activa está dentro de la actividad informal; incrementó su deuda en 105.8 por ciento en el último sexenio y ésta representa71.9 por ciento de sus participaciones. En los indicadores de seguridad, 68 por ciento de los ciudadanos consideran que Durango es un estado inseguro.
En sus análisis de los estados en los que habrá renovación de gubernaturas, el portal de la revista Expansión publicó que la directora del observatorio México, ¿cómo vamos?, Valeria Moy, advirtió durante su visita a la entidad en enero de 2016 que si se quieren combatir los problemas en la entidad se debe empezar por el crecimiento.
Según el portal, “de acuerdo con dicha organización, el estado tiene debilidades en generación de empleos, productividad y deuda pública, principalmente. En estos rubros, el semáforo económico está en rojo, es decir que no alcanzó los niveles que se habían planteado (…) Durango aún es de los estados más pobres del norte del país, con 43.5% de la población en
esa condición, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)”.
Durango es uno de los cinco estados de los que renovarán gubernatura este domingo, que no han probado la alternancia, y además del poder ejecutivo, los ciudadanos elegirán a los alcaldes de los 39 municipios y a 15 diputados por el principio de Mayoría Relativa, que integrarán la próxima legislatura local junto con 10 diputados más por el principio de Representación Proporcional.
Como hace muchos años, y si me apura usted tantito, jamás se había visto en la historia del estado una efervescencia tal que hace pensar que en esta elección, Durango romperá con esa inercia histórica de colocarse dentro de los estados con menor participación ciudadana, es decir, que está entre los estados más abstencionistas del País.
Lo que sí que en esta elección como nunca antes en la historia, los jóvenes y las mujeres duranguenses tendrán el futuro del Estado en sus manos: 624 mil 129 integrantes del Listado Nominal -50.53 por ciento- están dentro del rango de los 18 a los 39 años; y 629 mil 457 -50.96 por ciento- del Listado Nominal, es decir, personas que cuentan con su credencial y están en posibilidades de ejercer su voto, son mujeres.
La esperanza está puesta sobre todo en los jóvenes, que en sus manos tienen la construcción de su futuro, esto es, que ellos pueden decidir si en el futuro tendrán que quejarse ante la falta de oportunidades, o aportar su granito de arena para construir un estado próspero que logre al menos emparejarse en sus niveles de desarrollo al resto de los estados del norte, que deje de ser conocido como ‘el Chiapas del norte’.
Al menos durante el desarrollo de las campañas electorales, los jóvenes mostraron un gran interés por informarse y han dado señales de que tienen una sed de participación. En el sentido que cada quien quiera orientar su voto, por el candidato de su predilección, por el partido que decidan, por el proyecto que más les atraiga, pero ojalá que los jóvenes se vuelquen a las urnas este domingo, que salgan a votar para conseguir lo que algunos candidatos pidieron, una votación histórica.
Ojalá que la mayor parte de los habitantes de este gran estado que se ha atrasado por los malos gobiernos sucesivos, acepten ejercer su derecho al voto, que al mismo tiempo es una obligación y una responsabilidad. Durango hoy necesita de todos sus hijos, quienes además con su voto, en las urnas, construirán el estado que quieren para sí mismos y para sus hijos.
¿Hay algún hijo que le niegue una pequeña acción a un padre deteriorado?
Que Durango sea este domingo ejemplo nacional de participación ciudadana, que sea una fiesta de la democracia, y que la jornada comicial transcurra en paz, como lo quieren todos los duranguenses.