Inicio > Coahuila > A LA BÁSCULA.

A LA BÁSCULA.

Otro Coahuila, otro Durango

Julián Parra Ibarra
Durante su estancia en nuestro estado para clausurar el foro del Debate Nacional sobre el Uso de la Mariguana, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, destacó la disminución de los índices de inseguridad y violencia que ha experimentado la entidad en los años recientes, y selló su visión con la frase de que ‘Coahuila hoy es otro’.
Luego aquí en Torreón, volvió a elogiar los avances en materia de seguridad que se han disminuido a nivel regional y no vaciló en calificar como ‘un éxito’, el caso de La Laguna.

Apenas este miércoles, el subsecretario de Educación Media Superior del Gobierno Federal, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, durante la entrega de las nuevas instalaciones del plantel de Bachilleres Venustiano Carranza, dijo que gracias al gran crecimiento que Coahuila ha conseguido en materia de infraestructura educativa, “Permitirían denominarlo (a Rubén Moreira) como el Gobernador de la Educación”.
Muchos elogios en tan poquito tiempo, pero igual deben de tomarse con mesura, porque si bien hay avances importantes, éstas son tareas en las que no se puede jamás cantar victoria ni bajar los brazos. Particularmente en el tema de la seguridad, en la que después de los años de mayor impacto, la población quedó terriblemente sensible, y por ello en cuanto se registran nuevos hechos, vuelve a percibir que hay un retroceso o que no se ha avanzado como lo revelan las cifras oficiales.
En La Laguna, es imposible que la gente deje de hacer comparaciones porque compartimos territorio de dos entidades distintas –y sí, muy distintas-. El desarrollo que ha tenido Coahuila, hace ver todavía más triste el panorama de Durango. De hecho, el simple cruce de los puentes entre Torreón y Gómez Palacio, nos hace advertir las grandes diferencias que prevalecen en ambas entidades.
Esta misma semana, el (todavía) gobernador de Durango, Jorge Herrera, vino a Gómez Palacio a rendir su Sexto y -gracias a Dios- último Informe de Gobierno, y lo hizo con el sello de la casa: dibujando en el aire una Comarca diametralmente opuesta a la que nos muestra la realidad y que perciben los ciudadanos.
Herrera Caldera dijo –de acuerdo con el comunicado oficial del Gobierno de Durango-, que dejaba una Laguna en paz y con mayor infraestructura en conectividad, salud, educativa y una positiva recuperación del empleo.
No lo especificó, pero creo que esa visión de La Laguna sí es real, pero si se refiere a La Laguna de Coahuila, no a la de Durango. A lo largo de su administración, siempre privilegió a la capital del estado por encima del resto de los 38 municipios, entre ellos los laguneros, a los que desde el día de su toma de posesión prometió que había llegado el tiempo de La Laguna, y a la mitad del camino subrayó que vendrían los mejores tres años para La Laguna.
Nunca pasó del discurso. Simplemente estos fueron los seis años en los que la Comarca padeció el peor abandono en todas las áreas, e incluso castigó a los municipios al atraer hacia las arcas del estado las principales fuentes de ingreso a la que tenían acceso los municipios, para poder manejar a contentillo, discrecionalmente y a manera de premio o castigo, los recursos que pertenecían a las tesorerías municipales.
Por ello la gente en La Laguna duranguense, espera con ansia el día de las elecciones, para cobrarse todos los agravios y humillaciones que recibieron de la administración estatal que –afortunadamente- ya está por terminar.
Pero eso sí, como los jarritos de la feria –corrientes y delicados- volvió a exhibir la intolerancia que siempre le ha caracterizado, al mandar retirar una serie de anuncios espectaculares en el que le enumeraban las posiciones que Durango ocupa a nivel nacional en áreas sensibles como la corrupción, la impunidad y el índice de suicidios.
Aunque las comparaciones suelen ser odiosas, en La Laguna no nos podemos sustraer de comparar el avance y crecimiento que ha tenido Coahuila –con todos sus bemoles-, y el atraso y abandono que hay en Durango.
Así como del centro reconocen que este es ‘otro Coahuila’, los laguneros esperamos –aunque no haya un reconocimiento público-, que a partir del 5 de junio su vecino estado se empiece a convertir en ‘otro Durango’. Habrá que tener cuidado con lo que se desea, porque se puede convertir en realidad.laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba