Mini alcaldías
Julián Parra Ibarra
Como consecuencia de la Reforma Electoral federal, las entidades del país han tenido que hacer modificaciones en sus legislaciones locales, a fin de homologar al menos una de sus elecciones, con la federal del 2018 en que se elegirá presidente de la República.
Cada estado le fue tanteando el agua a los camotes, para ajustar sus calendarios electorales a fin de cumplimentar el mandato constitucional en la materia.
Durango por ejemplo, donde en 2016 se renuevan la gubernatura, el congreso local y las alcaldías de los 39 municipios, se decidió que los diputados que se elijan el primer domingo de junio del año entrante, lo sean solamente por dos años; es decir, que el congreso local se renovaría nuevamente en 2018 y con eso cumplen con lo establecido en la reforma federal.
En Coahuila en cambio -donde también se renuevan gubernatura, congreso y alcaldías de los 38 municipios el primer domingo de junio de 2017-, se decidió –aunque el proceso legal sigue su curso-, que por esta ocasión los presidentes municipales que se elijan, lo serán solamente por un año, a fin de que en 2018 se vuelvan a renovar las alcaldías, y a partir de ese año, nuevamente vuelvan al formato de tres años, y quedar ya homologados con el calendario electoral federal a partir de 2018.
Otra variante es que, los primeros alcaldes de Coahuila elegidos para el periodo de un año, sean a su vez los primeros en ser elegibles para ser reelectos; es decir, quien quiera participar en la elección de alcaldías por un año en el 2017 y resulte triunfador, podrá participar en la elección de 2018 para las nuevas administraciones de –otra vez- tres años.
El periodista Leopoldo Ramos escribió recientemente (http://issuu.com/revistametropolis/docs/metr__polis_75_ae2ba5275273a1), que las alcaldías por un año podrían ser un atractivo para quienes aspiren a ellas, porque a la siguiente tienen la posibilidad de reelegirse ya por tres años; es decir, ya sin ese formato pero ocupando la silla cuatro años como son actualmente los periodos para alcaldes en Coahuila.
Sin embargo, para ejemplificar: quienes aspiren a ser alcaldes por un año, resultarán electos en primer domingo de junio de 2017 y, de acuerdo con los calendarios electorales de Coahuila, asumir en el primer minuto del año siguiente, es decir, el primer día de enero de 2018. Y, para tener la posibilidad de participar en la siguiente elección por tres años en la jornada del primer domingo de junio de ese mismo año, deberán renunciar a más tardar en marzo, para poder volver a contender.
Imaginemos cuál sería la reacción de un elector común y corriente al que el personaje ‘Equis’ le toque a la puerta de su casa para solicitarle el voto para ser presidente municipal, y por lo que guste y quiera va y se lo otorga en las urnas el 4 de junio, pero espera hasta que concluya 2017, para al día siguiente verlo como alcalde en el primer día de 2018.
Pero acto seguido en marzo, el personaje ‘Equis’ solicita licencia para ausentarse del cargo porque quiere participar para reelegirse en el cargo, y en mayo se le vuelve a aparecer tocando la puerta de su casa, para pedirle nuevamente el voto ¡otra vez para presidente municipal!
Es decir, en menos un año, el mismo personaje le toca dos veces la puerta de su casa para pedirle, en ambas ocasiones, su voto por la misma posición, luego de no haber estado ni tres meses en el poder, cuando no ha tenido el tiempo para demostrar que en verdad tiene capacidad para gobernar en su municipio.
Quizá para los aspirantes las alcaldías por un año puedan resultar un atractivo para quienes sueñan con la reelección por tres años más pero ¿la gente volverá a confiar en alguien a quien ya le dieron su voto una vez y no ha ejercido ni tres meses en el cargo y que espere que le vuelvan a conceder su sufragio?
Ahora bien ¿habrá alguno de los que se sienten ‘con derecho’ de ir por la alcaldía de tres años que esté dispuesto a jugársela a contender primero por la de un año, y regresar a los meses a pedir otra vez el voto para la de tres?
@JulianParraIba
